La termografía solar es una técnica avanzada de inspección que utiliza cámaras
térmicas para capturar imágenes de la radiación infrarroja emitida por los
paneles
solares. Estas imágenes térmicas permiten identificar diferencias de temperatura
en
la superficie de los paneles, revelando posibles fallos o defectos que no son
visibles a simple vista.
Otro uso de imágenes infrarrojas es detectar
problemas en conjuntos fotovoltaicos, cajas de conexiones y conmutadores, las
imágenes infrarrojas pueden exponer la ubicación y los efectos de los problemas
en
el sistema.
La importancia de la termografía en el mantenimiento de instalaciones radica en su capacidad para detectar problemas tempranos, como:
Todo esto lo conseguimos con ayuda de nuestro dron con alta resolución de vídeo y
fotografía,
con el que podemos acceder a los lugares más complicados para revisar instalaciones y
detectar puntos calientes para su posterior análisis.
No solo se trata de poner una
cámara
infrarroja a un dron, sino que hay que saber qué buscar y dónde, así como la
interpretación
especializada de los datos obtenidos en base a nuestra Certificación en ITC (Infrared
Training Center).
Te enumeramos la serie de datos que podemos obtener y en que consiste su análisis:
Los puntos calientes son áreas específicas de los paneles solares que se sobrecalientan debido a varios factores, como sombreado parcial, suciedad, o defectos internos. La termografía permite identificar estos puntos calientes con gran precisión. Detectar estos puntos es crucial porque pueden indicar problemas subyacentes que afectan la eficiencia del panel y pueden provocar fallos si no se abordan a tiempo. Al detectar y reparar estos puntos calientes, se puede mejorar la eficiencia general del sistema y prevenir daños mayores.
Mediante la termografía, se puede analizar el rendimiento de cada panel y del sistema en su totalidad. Las imágenes térmicas permiten ver si algún panel no está funcionando a su capacidad máxima debido a fallos internos o condiciones externas desfavorables. Esto permite una evaluación detallada de la eficiencia del sistema solar, ayudando a optimizar el rendimiento energético. Con esta información, se pueden realizar ajustes precisos para maximizar la producción de energía y garantizar que todos los componentes funcionen de manera óptima.
Las microfisuras y otros defectos pequeños en los paneles solares pueden ser difíciles de detectar a simple vista pero pueden afectar significativamente el rendimiento del sistema. La termografía puede revelar estas microfisuras al mostrar diferencias de temperatura que indican la presencia de daños. Al identificar y reparar estas microfisuras a tiempo, se puede evitar la degradación progresiva del panel y mantener su eficiencia. Esto es especialmente importante para prolongar la vida útil de los paneles y asegurar un rendimiento constante.
Las conexiones eléctricas defectuosas pueden causar problemas serios en un sistema solar, como pérdidas de energía y riesgos de incendio. La termografía permite detectar estas conexiones defectuosas al mostrar diferencias de temperatura en las áreas donde hay conexiones problemáticas. Identificar estos problemas de conexión es esencial para mantener la seguridad y la eficiencia del sistema. Al reparar las conexiones defectuosas, se puede prevenir fallos eléctricos y mejorar la transmisión de energía en el sistema solar.
Los puntos calientes y las conexiones defectuosas pueden aumentar el riesgo de incendios en un sistema solar. La termografía es una herramienta vital para la prevención de incendios porque permite identificar y abordar estos problemas antes de que se conviertan en peligros reales. Detectar áreas sobrecalentadas y conexiones inseguras permite tomar medidas preventivas, como reparaciones o ajustes, que reducen significativamente el riesgo de incendio. Esto no solo protege la instalación solar, sino también la seguridad de las personas y propiedades circundantes.
Las imágenes resultantes deben procesarse mediante una rutina de procesamiento validada para identificar correctamente los defectos del módulo y su ubicación específica en el campo. Estos defectos deben identificarse a nivel de módulo y se debe proporcionar un etiquetado para que se solucionen rápidamente los problemas a nivel de módulo. Cuando se aplican correctamente, las inspecciones de imágenes termograficas pueden detectar de manera proactiva las siguientes clases de fallas en el arreglo:
Fallas del módulo: puntos calientes, fallas de diodos, fallas de módulos completos, calentamiento de la caja de conexiones, módulos agrietados, empañamiento de la capa (EVA), coloración amarillenta, degradación del revestimiento antirreflectante, suciedad intensa (excrementos de pájaros, vegetación, etc).
Fallas de string: fallas de cadena de modulos en serie.
El uso de herramientas adecuadas de posprocesamiento, es fundamental para detectar y clasificar con precisión las fallas de los módulos.
Una vez realizada la inspeción termica se elabora un informe donde se plasman
los
resultados del análisis termográfico realizado con el fin de determinar los puntos
calientes que puedan existir en la instalación fotovoltaica.
De este modo
se pueden
predecir los posibles fallos futuros, evitando los costes materiales y humanos
que
puedan conllevar.
El análisis de infrarrojos es útil para la detección de
fallos en
la conexión de celdas, fallos en diodos, conexión a barras o identificación de
puntos calientes (hot spots) y para la detección de fallos por celdas inactivas.